
Daño, perjuicio, detrimento, en definitiva: lesión. Esa es la definición que otorga nuestro Diccionario de la Lengua, al que tan a menudo suelo dirigirme para encontrar las palabras precisas con las que referirme a un vocablo y que en esta ocasión me ha hecho mirar en su interior para buscarla a ella, a la lesión. Término al que yo defino como un fantasma para cualquier deportista, imprevisible la mayoría de las veces y siempre, siempre inoportuna.
Una lesión no supone sólo un paréntesis...
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